Yo Tengo el control
Todos tenemos el deseo de ejercer el control. Aunque lo hagamos consciente o inconscientemente, y logramos pensar que controlamos nuestras vidas y la de nuestros hijos.
Pretendemos que las cosas sucedan como las planeamos y pensamos, que sin duda alguna poseemos el control de los hechos y las situaciones. Les enseñamos a nuestros hijos que no llore frente otra persona y pretendemos que se vayan a dormir cuando nosotros estamos cansados. Que hagan sus clases extracurriculares de ballet o karate porque de chiquito soñábamos con ello, pero nuestros padres no nos dejaban. Nos da tiempo de ir al trabajo, al mercado, recoger los niños, ir al pediatra, hacer tareas, preparar la cena, un día que una pensaba que todo estaba controlado, las horas, dio tiempo para todo lo que tenia anotado.!Que organizada y que control llevo de mi vida!
Hacemos proyecciones de cómo multiplicar nuestro capital, invertimos y de repente cae una recesión, se pierde parte del capital invertido.¿Como puede ser?¿nunca me había pasado esto?
El joven con el que viene saliendo hace un mes, no quiere salir más, quiere un tiempo para reflexionar, y es que tenía el control de todo¿ Qué paso de repente?
Hubo reducción de personal, con todo mi currículo, prefirieron a alguien mucho más joven, con la mitad de mi salario……
Me citaron en el liceo, dicen que mi hijo tiene graves problemas ¿Cómo puede ser, yo lo controlo a diario?
La Torá nos enseña que el único control posible es el autocontrol. Sólo podemos controlar nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros actos (las llamadas vestimentas del alma:”pensamientos, palabra y acción”).
El rab Twerski, en su libro “Successful Relationships” nos enseña que controlar a otros es moralmente incorrecto, ya que en el Talmud (berajot 33b) está explicado que aunque Hashem controla todo el universo, no interviene en el comportamiento ético y moral del ser humano. Y si Él, que si tiene la Posibilidad de hacerlo, no lo hace, mucho menos nosotros, que ni tenemos la posibilidad, ni debemos intentarlo.
Realmente no podemos, ni debemos controlar a otros, pero indudablemente si podemos influir sobre ellos, a través de nuestra actitud y conducta, sobre las cuales si tenemos, bueno si deberíamos tener control.
Podemos inspirar a los otros, sean hijos, parejas, colegas, con nuestro comportamiento. Podemos controlar nuestros instintos e impulsos para tratar de razonar, mediar y conciliar, entendernos con la gente a nuestro alrededor y con nuestro “yo” interno. Posponer y callar una posible agresión contra alguien con el que tuvimos un incidente sea que nos grito, nos tropezó. Tratar de controlar nuestra “explosión” y estando más calmado, comentarlo y reflexionar. Nuestros problemas pueden parecernos únicos e importantísimos; sin embargo así piensa cada uno de los propios.
La Tora dice: ¿”Quien es el fuerte? Él que conquista sus inclinaciones." “Aquel que es lento para la ira es mejor que el hombre fuerte, y aquél que domina sus pasiones es mejor que aquél que conquista una ciudad”. (Proverbios 15). "Más grande es uno que es lento en enfurecerse que un guerrero poderoso, y más grande es uno que controla su espíritu que el que conquista una ciudad." (Pirkei Abot, Cap. 4).
El mensaje de Yosef fue que utilizo el autocontrol para poder hacer la voluntad de Di-oS y lograr así hacer lo correcto. Lo aprendemos igualmente de Yaacov que trabaja 7 años y se casa con Lea y trabaja otros 7 años por Rachel, y tantos ejemplos descritos en nuestras escrituras.
Hay un dicho popular que dice:”El hombre propone y Di-os dispone”, realmente es poco lo que día a día realmente controlamos, como son nuestros impulsos, nuestra flojera y nuestros actos y es así que con la ayuda del Todo poderoso que podremos realmente llevar una vida plena con un sentido mas trascendental, controlando lo que realmente podemos como es nuestros instintos, carácter y actitud.
Querida amiga quiera Di-os guiarnos por el camino que nos lleve a una vida plena haciendo lo que hay que hacer y siendo lo mejor que podemos.
Nelly kaufman de klein
Bibliografía:
http://www.jabad.org.ar/notasdetail.asp?nota=si&idnota=1702
Pretendemos que las cosas sucedan como las planeamos y pensamos, que sin duda alguna poseemos el control de los hechos y las situaciones. Les enseñamos a nuestros hijos que no llore frente otra persona y pretendemos que se vayan a dormir cuando nosotros estamos cansados. Que hagan sus clases extracurriculares de ballet o karate porque de chiquito soñábamos con ello, pero nuestros padres no nos dejaban. Nos da tiempo de ir al trabajo, al mercado, recoger los niños, ir al pediatra, hacer tareas, preparar la cena, un día que una pensaba que todo estaba controlado, las horas, dio tiempo para todo lo que tenia anotado.!Que organizada y que control llevo de mi vida!
Hacemos proyecciones de cómo multiplicar nuestro capital, invertimos y de repente cae una recesión, se pierde parte del capital invertido.¿Como puede ser?¿nunca me había pasado esto?
El joven con el que viene saliendo hace un mes, no quiere salir más, quiere un tiempo para reflexionar, y es que tenía el control de todo¿ Qué paso de repente?
Hubo reducción de personal, con todo mi currículo, prefirieron a alguien mucho más joven, con la mitad de mi salario……
Me citaron en el liceo, dicen que mi hijo tiene graves problemas ¿Cómo puede ser, yo lo controlo a diario?
La Torá nos enseña que el único control posible es el autocontrol. Sólo podemos controlar nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros actos (las llamadas vestimentas del alma:”pensamientos, palabra y acción”).
El rab Twerski, en su libro “Successful Relationships” nos enseña que controlar a otros es moralmente incorrecto, ya que en el Talmud (berajot 33b) está explicado que aunque Hashem controla todo el universo, no interviene en el comportamiento ético y moral del ser humano. Y si Él, que si tiene la Posibilidad de hacerlo, no lo hace, mucho menos nosotros, que ni tenemos la posibilidad, ni debemos intentarlo.
Realmente no podemos, ni debemos controlar a otros, pero indudablemente si podemos influir sobre ellos, a través de nuestra actitud y conducta, sobre las cuales si tenemos, bueno si deberíamos tener control.
Podemos inspirar a los otros, sean hijos, parejas, colegas, con nuestro comportamiento. Podemos controlar nuestros instintos e impulsos para tratar de razonar, mediar y conciliar, entendernos con la gente a nuestro alrededor y con nuestro “yo” interno. Posponer y callar una posible agresión contra alguien con el que tuvimos un incidente sea que nos grito, nos tropezó. Tratar de controlar nuestra “explosión” y estando más calmado, comentarlo y reflexionar. Nuestros problemas pueden parecernos únicos e importantísimos; sin embargo así piensa cada uno de los propios.
La Tora dice: ¿”Quien es el fuerte? Él que conquista sus inclinaciones." “Aquel que es lento para la ira es mejor que el hombre fuerte, y aquél que domina sus pasiones es mejor que aquél que conquista una ciudad”. (Proverbios 15). "Más grande es uno que es lento en enfurecerse que un guerrero poderoso, y más grande es uno que controla su espíritu que el que conquista una ciudad." (Pirkei Abot, Cap. 4).
El mensaje de Yosef fue que utilizo el autocontrol para poder hacer la voluntad de Di-oS y lograr así hacer lo correcto. Lo aprendemos igualmente de Yaacov que trabaja 7 años y se casa con Lea y trabaja otros 7 años por Rachel, y tantos ejemplos descritos en nuestras escrituras.
Hay un dicho popular que dice:”El hombre propone y Di-os dispone”, realmente es poco lo que día a día realmente controlamos, como son nuestros impulsos, nuestra flojera y nuestros actos y es así que con la ayuda del Todo poderoso que podremos realmente llevar una vida plena con un sentido mas trascendental, controlando lo que realmente podemos como es nuestros instintos, carácter y actitud.
Querida amiga quiera Di-os guiarnos por el camino que nos lleve a una vida plena haciendo lo que hay que hacer y siendo lo mejor que podemos.
Nelly kaufman de klein
Bibliografía:
http://www.jabad.org.ar/notasdetail.asp?nota=si&idnota=1702
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