UN INVITADO ESPECIAL

Un invitado especial
Querida Amiga organizar una fiesta sea una boda, un bar mitzva o circuncisión, forma parte, Gracias a Di-os de nuestras vidas. Hay veces que tenemos más tiempo para planificarlas y hay veces que pensamos que es muy difícil, pero, Gracias a Di-os nos quedan hermosos y bien los eventos.
Cuando organizamos una boda que es la que generalmente disponemos de más tiempo, podemos pensar mejor toda la planificación y organizarnos con más detalles. Las tarjetas, los vestidos, la comida, la música, la decoración, las kipot, las bebidas, los dulces……, cuando las personas te preguntan ¿como va todo? respondes Gracias a Di-os todo bajo control…..Hasta que te anuncian, unas semanas antes del evento, que ese día no va a haber luz hasta casi la hora de la ceremonia, averiguas todo que zona, a ver donde te van a sacar las fotos, peinar y maquillar, hablas con los de la electricidad y te garantizan que a las 5 habrá luz, así que todo de nuevo bajo control.
Llega el día de la boda, el corte es mas extenso del anunciado, cortan la luz por tu zona, llamas y le explicas que te garantizaron que tu ibas a tener luz, pero ¡ups! Hubo una ruptura y el corte será de mayor duración, así que hay que armar un plan B , mudarse con todo para vestir a la novia.
Son casi las 4 de la tarde y ya vestidas en la sesión de las fotos en la casa del plan B, te llama una amiga:” acaba de llegar la luz a la sinagoga”, !ufff! Menos mal, a las 5.30 debe comenzar la ceremonia,
Cada detalle tiene su historia, ya aprendí a no decir la frase: “todo bajo control”, sino “todo va en caminado, si Di-os quiere todo saldrá bien”.
Nos envolvemos de tal manera en la preparación de una fiesta que pareciera que a veces olvidamos que es un evento de índole espiritual y que además de la preparación del evento físico con sus detalles, hay uno de mayor trascendencia que conecta el plano físico con el espiritual. El dejar a la novia que se preparare espiritualmente, sin mortificarla con detalles que otros pueden resolver y permitirle a ella su preparación interna, el estar centrada, en un acontecimiento que trasciende el plano físico.
El no olvidar que tipo de evento se organiza y que es un acto de índole “religioso”, y que en nuestra lista de invitados debería haber un espacio para invitar a alguien muy especial que nombramos a menudo pero que igual muchas veces olvidamos incluir , un invitado que no puede faltar y que deberíamos tener presente desde el mismo momento que comenzamos con la idea de realizar una celebración, su nombre……Di’os (Hashem), es así que teniendo presente las características de cómo queremos que sea la fiesta con todos sus detalles, también entendamos que esa celebración se conecta a su esencia para que realmente tenga la trascendencia que debería tener. Esto sucede con cada evento que realizamos en nuestras vidas, desde servir una mesa para una comida, sea de shabat, pesaj, o cualquier otra, no nos quedemos solo en la comida mas sabrosa y la presensación mas espectacular de la cena, sino que seamos capaces igualmente de impregnar el momento de su santidad correspondiente, trascendiendo lo mero material, entendiendo que hay un plano mas allá de lo físico que hace de un evento ,un momento de armonía universal que lo transforma en una actividad realmente especial, logrando un equilibrio entre lo físico y espiritual, conectando ambos con tan solo lo cotidiano y volviéndolo un evento único.
Amiga que Di-os nos permita organizar muchas fiestas y celebraciones, pero no olvides de incluirlo como un invitado muy especial. Hasta la próxima vez y Shabat Shalom.
Nelly Kaufman de Klein

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