SER MUJER

Ser mujer, creada de la costilla del hombre, para estar en igual nivel que el, ni de su cerebro, ni de su pie, para lograr una igualdad, una sociedad perfecta, pero sin duda cada una con sus atribuciones, obligaciones, beneficios, ventajas y cualidades.
La mujer fue concebida de una creación como la del hombre, que ya poseía un alma espiritual, es por ello que las mujeres somos tan espirituales.
La misma configuración física de la mujer va en equilibrio con lo que somos en esencia, que nuestro cuerpo vaya cambiando hasta lograr ser lo que vamos a llegar a ser: una mujer. La capacidad de transformación, espera y de llevar a termino el nacimiento del bebe, también hace que en otros aspectos de la vida seamos capaces de igualmente transformar, esperar y nuestra característica de privacidad y recato, al igual que nuestros órganos reproductivos,- a diferencia del hombre-, hace de la mujer una persona recatada, observadora, transformadora, que sabe esperar, cuidadora y receptora por naturaleza, un ser que ama y le gusta ser amada.
Es indudable que a través de la historia la mujer ha tenido su lugar y lo ha ido ampliando. Ha actuado cuando así era necesario. Ser mujer, saber asumir el rol que debemos en el momento que se requiere, ser madre por sobre muchas de nuestras metas personales mientras la edad de los niños así lo exija, ser esposa, hija, madre, trabajadora, profesional, amiga, compañera según la hora del día o las exigencias del momento.
¿Qué ha pasado con la actual crisis de los hogares? ¿Será que no hemos asumido el rol debido en el momento exacto?, nos hemos enredado en el orden en el que debemos asumir nuestros roles, o nos hemos sobrecargados con excesos de actividades, ¿Se nos ha olvidado las prioridades? ¿O estamos asumiendo el rol que le correspondería a nuestra pareja?
Si bien estamos exentas de muchas de las Mitzvot que el hombre debe cumplir, tenemos unas pocas muy definidas pero de una profundidad y tridimencionalidad inmensa. Tenemos Kashrut, velas y Mikve. Cada una se abre e irradia a través de nuestras moradas al resto del mundo, nos enseña que el mundo se mejora y perfecciona desde nuestros hogares hacia afuera y no como muchas veces pretendemos que desde nuestra actividad social o comunitaria o económica vamos a llegar a nuestros hogares.
El cuidado de la alimentación diaria en nuestro hogar. Del Kashrut de nuestra familia estar pendiente de lo que entra y sale de las bocas de los nuestros. Cuidadoras de la alimentación y salud de nuestra familia y por supuesto de su alma.
Las velas, encenderlas cada semana con la llegada del Shabat o de Iom Tov, con la llegada de cada festividad, llenar nuestro hogar con los sentimientos, recuerdos y conexión debida, "iluminar" nuestro hogar y de ahí el mundo. Encender en nuestro hogar una atmósfera de completo equilibrio, que nos trae la paz, bendición y la armonía en la familia.
Mikve, simboliza pureza familiar, hogar, conexión con pasada creación y futura redención. Y que se relaciona con la sensibilidad de los hijos que nacen de la pareja. Es una oportunidad de un nuevo renacer cada mes.
Existen entonces dos fases en la relación matrimonial:
-En la fase de contacto: Hay relación íntima, se experimenta alegría, placer, amor, contacto.
-En la fase Nidá- de separación, en la cual la relación de pareja es de: amistad, compañerismo, amor y comunicación.
Con la combinación de las dos fases se logra un equilibrio y una armonía de la pareja, se abarca una gama muy amplia de sensaciones, relaciones y sentimientos, logrando un matrimonio integrado en todos los aspectos de una relación.
Es interesante hacer notar que las tres mitzvot principales de la mujer se relacionan con el hogar .La importancia de este, de la pareja y de los hijos, de la mujer como agente aglomerante y vigilante, conservador de la familia y la tradición. Es ella la que espera, cuida, el agente receptor y transformador en el núcleo familiar.
Muchas veces se resta importancia al papel de la mujer dentro del judaísmo, sin embargo es judío aquel niño que nace de vientre judío, se mantiene judío aquel niño que su educación es guiada diariamente por su madre en el hogar.
Saber tomar decisiones como Sara, que ve que la influencia de Ishmael sobre Isaac no es buena, y D-os le dice a Abraham has como dice Sara.
Reir cuando sea necesario como Sara. Como Rivca, la cual resultó ser una mujer virtuosa capaz de transmitir la Torá a sus hijos.
Lea y Rajel se presentan con clara conciencia activa de su rol de mujeres en la pareja. Conscientes luchan por el amor de su esposo ninguna de las dos podría ser pensada como mujer pasiva, que acepta su destino sin más. Cada una se rebela, a su manera, en su estilo, conforme a su personalidad.
Igual que Miriam hermana de Moisés y Aharon, asume su rol salvando la vida de su hermanito
y guía al pueblo a través del desierto, en su merito, mientras vivió, había una fuente de
agua para el pueblo.
Seguir a su suegra (cuando sea necesario) como Ruth a Noemí, mujer que asume el rol de
apoyo y cuidado de Noemi y muy clara de su meta como mujer judía.
Debora, una de las siete Profetisas que inspiraron a nuestro pueblo en su capacidad de dirigente y jueza.
Judith y Yael actúan en aras de ayudar al pueblo. Rezar y tener fe como Hana.
Son muchos los ejemplos a seguir y de los que podemos aprender, de cómo cada una de ellas hizo lo que tenía que hacer cuando las circunstancias así lo exigieran, y asumir el rol que les correspondía, en el momento necesario, es por ello que cada mañana decimos en nuestro rezo diario: ¡Bendito sea el Señor Di-os del universo por haberme creado según tu voluntad!,
Pues realmente somos seres especiales creados según la voluntad de Hashem.
Nelly kaufman de Klein