Grabar un mensaje

Quería compartir contigo una anécdota que me ocurrió uno de estos fines de semanas que recién pasaron, iba en el carro manejando, ya que tenía varias cosas pendiente y mientras manejaba aproveche de hacer algunas llamadas por el celular, entre las cuales era hablar con un alguien para hacer una cita. Al hacer la llamada a este señor, me salió la contestadora, así que comencé a dejar un mensaje, para que el me devolviera la llamada cuando así pudiera, mientras manejaba, le dejaba el mensaje, ocurrió que de repente un carro se me cruzo y si no lo esquivaba hubiera podido chocarlo, me moleste tanto que le dije unas palabras fuertes al chofer del carro, pero de repente me di cuenta que a la vez estaba grabándose en el mensaje que le estaba dejando al señor, con la mala suerte que lo primero que hice fue identificarme quien era y después había comenzado a dejar el mensaje con el inconveniente de las malas palabras, además que encajaban muy bien dentro del mensaje parecería que estaba brava y le estaba diciendo unos disparates a él.
Cuando una habla debería pensar que la están grabando para así no hablar más de lo necesario y además controlarse en lo que una dice, sobre todo si está molesta.
Hay veces que escuchamos algo que cuentan en una reunión y nos asombra y luego lo contamos en casa sin realmente saber si es cierto o no, solo que oímos a fulanita contarlo y lo repetimos así se crea como efecto domino un flujo de una información que sin saber si es verdad o no corre como un rió, perjudicando así a una persona que posiblemente no hizo ni la mitad de lo que se le está atribuyendo
Hay una historia que cuenta de Un hombre que habló rumores sobre otra persona. Un tiempo después se arrepintió de ello, y fue a su rabino a preguntarle cómo podía remediarlo. y este le dijo: “Ve al negocio y compra una bolsa de semillas” y “luego dirígete a un gran campo abierto y esparce las semillas al viento”. Luego de hacerlo, regresa en una semana”. El hombre hizo lo que le dijo el rabino y después de una semana regresó para saber cuál era el próximo paso a seguir. “Ahora” - dijo el rabino - “vuelve al campo y recoge todas las semillas”. “Pero” - protestó el hombre - “aquellas semillas se han esparcido y han llegado a lugares muy lejanos, Yo nunca podré encontrarlas todas. Muchas incluso ya habrán comenzado a echar raíces!”. “Exactamente” - explicó el rabino - “ahora tú entiendes. Cuando nosotros hablamos mal sobre otra persona, el efecto es amplio y llega lejos. Y su daño nunca puede ser completamente corregido”. - De las tres partes, el que escucha es el único que tiene la posibilidad de detener el habla negativa. El que habla ya tomó la decisión de hablar mal de otros. La persona sobre la cual se está hablando no tiene control sobre la situación. El que escucha es el único que tiene el poder de cambiar el curso de la conversación, que es la razón por la cual Di-os lo pone en el lugar del que escucha
Cuando nos enojamos parecemos otra persona, quien nos ve molestos a veces nos comenta: Waw! No sabía que tenías tanto carácter, O “No me imagine que ella era así” Lo peor es que después que “botamos” todas esas palabras, no nos acordamos ni que dijimos, a veces la cara de la otra persona es la que con su asombro nos da cuenta de lo que acabamos de decir.
El lenguaje puede ser una herramienta para ayudar y apoyar a otros con problemas.
Es curioso que la boca tenga varias funciones: la de hablar, la de entrada de la comida, debe ser para que la tengamos ocupada, por ello debemos cuidar lo que entra y lo que sale de ella, porque ambas en excesos son dañinas para la salud física y mental. Las palabras crean o destruye. Crea buenos sentimientos cuando le damos animo a alguien que lo necesita, crea una sonrisa en aquel que esta triste y necesita apoyo, crea autoestima en el niño que le decimos lo lindo que hizo su trabajo. Destruye en aquella persona que insultan cuando se pierde la paciencia, destruye al anciano que le decimos que no sirve, destruye la autoestima del niño que siempre le decimos lo malo que es. Destruyes el matrimonio poco a poco cuando en vez de conversar y compartir se pelea y defiende cada uno su punto de vista, sin oír al del otro, curiosamente tenemos dos oídos será ¿porque debemos escuchar más de lo que hablamos?
En la Tora, el hombre es llamado Medaber, ser parlante. El habla nos distingue de las demás creaciones. Según los místicos, es la única facultad humana que nos permite exteriorizar lo que está oculto en nuestro interior. De hecho, el habla es la herramienta que nos entregó Di-os para redimir a los demás y a nosotros mismos de la soledad y el aislamiento. Usar este capacidad para agredir y dañar a los demás y a nosotros mismos es hacer mal uso de una herramienta creada por Di-os .
Quiera Di-os que seamos capaces de ayudar, apoyar y alentar al que lo necesite, incluyendo a nuestras parejas, hijos, padres, amigos, empleados y con personas que en el día a día tengamos que comunicarnos, escuchemos lo que nos dicen con sus palabras, sus gestos, su silencio y que sepamos contener la ira y hablar y comunicarnos como se debe.

Nelly kaufman de klein

Comentarios

Entradas populares de este blog

SI NECESITAS UN AMIGO

EL PATITO FEO

CREER EN TI