VIDEO:SI TAN SOLO









Es increíble el efecto que producen las palabras que decimos. La mayoría de las veces no nos damos cuenta de lo que decimos y mucho menos de las consecuencias. Las palabras son un reflejo de nuestros pensamientos y sentimientos. Lo primero que nos ocurre es tener un pensamiento que puede ser bueno o malo, luego, si no cortamos ese pensamiento, se puede transformar en palabras y posteriormente en acciones. Por eso es importante inclusive revisar nuestros pensamientos porque allí comienza todo.” "No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras”, a través de las palabras, podemos conocer a una persona, su forma de pensar, si es pasiva o agresiva, graciosa o seria, sencilla o complicada. Que niño no recuerda un regaño duro de sus padres o un insulto que se les salió en un mal momento. A veces de adulto una recuerda momentos en que sus padres o algún maestro le dijeron algo feo, duro, insultante, es algo que nos marca de por vida, o algo hermoso y único que nos reconforta de por vida. Si cada uno de nosotros estuviésemos conscientes de que la energía liberada en cada palabra afecta no sólo a quien se la dirigimos sino también a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, comenzaríamos a cuidar más lo que decimos, cuantas veces nos cargamos emocionalmente y cuando ya no podemos mas soltamos palabras como la olla de presión que al no poder contener la presión, la saca por la válvula, y decimos o gritamos palabras, en forma de gritos , maldiciones, insultos, groserías, sin coherencia, ni contenido, y posteriormente, cuando descargamos, sucede que ni nos acordamos que fue lo que dijimos. Pero que dejan el daño en las personas a las que nos dirigimos. Cuando llamamos la atención a nuestros hijos, no solo importa el contenido de lo que le decimos, sino la forma como se la expresamos. NO SOLO ES LO QUE DECIMOS SINO EL COMO LO DECIMOS. Recuérdalo, cuando tengamos que llamar la atención debemos separa los hechos de ellos, lo que hicieron es posible que sea incorrecto, pero ello no quiere decir que ellos sean malos, sino que lo que hicieron lo es. Si estas muy molesto, es mejor esperar, porque somos capaces de decir palabras terribles que luego no recordaremos nosotros, pero que los marcan a ellos. La mayoría de problemas del día a día de la convivencia familiar se resolverían, si nos esforzáramos por tener una buena comunicación con nuestros hijos, usando buenas palabras, compartiendo con ellos, amándolos, respetándolos y dándoles el ejemplo. Nelly de klein

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