La tachuela




Un día, durante la jornada en mi trabajo, arreglaba unas hojas en una cartelera, de repente se me cayeron al piso un par de tachuelas, inmediatamente comencé a buscarlas, ya que trabajando en un colegio me preocupaba que algún niño gateando o descalzo lo pisara y se pudiera hacer daño.
Mientras buscaba se me acerco una colega y me pregunto que se me había perdido, le explique y comenzó a ayudarme, al ratito llego otra maestra y se unió a la búsqueda, así estuvimos unos minutos y no aparecían por ningún lado y una maestra que pasaba por ahí y nos vio, sugirió que nos revisáramos los zapatos a ver si nos lo habíamos clavado en uno de los ellos y así fue en mi zapatos estaban ambas tachuelas clavadas, nos comenzamos a reír.
Un hecho tan insignificante como este me puso a pensar. Insignificante, pero muchas veces en la vida nos pasan situaciones como esta, si!!! a muchísimos de nosotros!!!, buscamos fuera de nosotros recursos y posibilidades que tenemos en nosotros mismos, buscamos afuera de nuestra casa lo que ya tenemos en ella, examinamos lo que creemos que no tenemos, sin ver lo que si poseemos, tanto a nivel material como espiritual.
Estamos en búsqueda constante de nuestras carencias y si analizamos muy a menudo vamos a encontrar cosas o carencias que sentimos que nos faltan, eso no es malo querer más o buscar por mejoras, el problema es cuando basamos nuestra vida en ellas y se vuelve una “carrera” de querer más. Si es en lo material, vivimos en una sociedad de consumo donde cada día sale un modelo nuevo de teléfono, de libro electrónico, de artefactos eléctricos, siempre va a haber algo mejor, así que trabajamos más, para ganar más y poder consumir más.
Cuando las carencias que sentimos son de más atención de nuestro cónyuge, tampoco es malo si es para mejorar la relación de la pareja, el problema es cuando volcamos toda esa energía en la pareja y la llegamos a “asfixiar” por querer acaparar su atención solo para una, y lo llamamos muchas veces al trabajo, cuando esta entre amigos nos metemos en sus conversaciones invadiendo su espacio,…..o cuando tenemos un trabajo y sentimos que no vamos a poder lograr ser como Fulanita y por esa razón para que nos vamos a esforzar ,si ya se que no puedo, sin cuestionarme que realmente puedo aprender de ella y que recursos propios poseo o puedo cultivar para ser lo mejor de MI misma.
“Las personas reaccionamos como si las circunstancias externas hicieran que las cosas pasen solas. Como si nosotros fuéramos espectadores y no protagonistas de nuestra vida.” (Rab E.Dines)
La vida es un constante crecer, aprender, corregir, de caer y levantarse fortalecido, cada uno tiene sus propios retos que enfrentar y destrezas que usar. Basemos nuestra vida en las fortalezas que tenemos, cultivándolas, cuidando lo que ya conseguimos y logramos, como persona y como pareja, como padres, amigos, hijos…como personas.
“El tener o no tener un tesoro no es lo que cambia la vida, sino el saber que uno es dueño de ese tesoro. El que no sabe lo que tiene es como que no lo tiene” ( Rab Avigdor Millar), Cuida de tus verdaderos tesoros de la vida, los que realmente ameritan de tu energía, esfuerzo y tiempo.

Nelly kaufman de klein

Comentarios

Jorge ha dicho que…
Es como candil de la calle oscuridad en casa,esta sociedad nos fija patrones de conducta que el hombre tiene que diferenciar, primero ama a Dios y a ti mismo,la sociedad judia tiene años tratando que el hombre se de cuenta de sus potencialidades internas el concepto del Dios monoteista no es aceptado mucho por la sociedad.

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