La baranda de mi casa

“Cuando construyas una casa nueva, harás un baranda (protección) MAAKE en tu terraza. Así evitarás que de tu casa haya sangre (responsabilidad), si alguien llegare a caer” (Debarim 22,8) Es un deber de cualquier persona combatir al Ietzer Hará en todo momento, situación y lugar; luego de vencerlo puede entonces el hombre, comenzar a construir su casa; ya que cada Iehudí es considerado una casa, como lo indica el Versículo, “Harán para mí un aposento, y habitaré dentro de ellos” no dice `habitare en él´ sino `en ellos´ dejando claro que si construimos nuestro ser venciendo al mal instinto, Hashem posará dentro de nosotros. Por eso luego de haber Construido un lugar para que Hashem pose, no podemos descuidarlo, debemos ponerle, protección y vallas, para que la victoria lograda no se caiga de la cima. Éste es el motivo del porqué la Mitzvá de poner una baranda en las azoteas y terrazas aparece justamente en Perashat Ki Tetze, donde la Torá nos pide salir a la guerra contra el mal instinto. Es posible decir que así como la terraza o azotea es el nivel más alto de una casa, la Torá nos advierte: cuando salgas a la guerra frente al enemigo y Hashem te lo entregué en tu mano, aunque vencieres al Ietzer Hará, debes estar atento que con ello aún el deber no está terminado, dado que todavía falta hacer las vallas y cercos, como dice el Pirke Abot: No te confíes en ti mismo hasta el día de tu muerte, los peligros están al acecho recuerda lo que nos hizo Amalek cuando salimos de Egipto, que nos enfrió en el camino. Amalek suma lo mismo que “Ram – elevado” ya que esa es la mejor arma que utiliza el Iétzer para vencernos, hacernos sentir orgullosos y confiados en nosotros mismos descuidando el frente, y la palabra “Maake – cerco” suma lo mismo que “Raj – blando”, como lo son las casas flexibles, comolo es el humilde. En síntesis la Perashá ki tetze nos dice, si llegaste a la terraza y crees que ya estás en la cima, fíjate que aún estas en peligro, el Ietzer tratará que te caigas y quien se cae por no poner un límite, cerco o valla, es el único culpable como dice el Versículo “si alguien llegare a caer”(1) Explicando este precepto, escribe el Hinuj (Rabí Aharon Halevy, s. XIV) que aún cuando el destino de cada ser humano depende del Eterno quien determina si la persona morirá, es un deber protegerse de los accidentes naturales ya que el mismo Eterno creó el mundo de manera que se desenvuelva según leyes naturales. Asi como el fuego quema, el agua ahoga, el caer de un lugar elevado provoca la muerte del hombre. Y el Eterno creó al hombre concediéndole un espíritu y una capacidad racional para cuidar su cuerpo y su integridad. Por lo tanto, teniendo en cuenta que D-os sometió al hombre a las leyes naturales, es preciso que se guarde para evitar dañarse con esas mismas leyes.(2) El Rambam (Maimónides) entiende que no debemos apartarnos de todo cuanto digan los Jajamim, sean estas Mitzvot como leer las "meguilot" o velas de Jánuca, o "tacanot" (reglamentos) y "siaguim" (limitaciones) como comer carne de ave con leche; sean estos "HACER" (mitzvot asé) como ser: tres rezos diarios, cien bendiciones, etc. Igualmente si se tratara de "NO HACER" (mitzvot lo taasé) como las prohibiciones de "muktze beshabat"; segundo día de IOM TOV en la diáspora, el nueve de AV. Todo lo que nos ordene o prohíba el Talmud debemos acatarlo y conducirnos de acuerdo a sus palabras sin apartarnos de ellas. He aquí que RambaM construyó un elevado muro alrededor de lo que dijeron los Jajamim, para proteger las mitzvot.(3) Esta reflexión la podemos aplicar también al uso de “barandas” y limites para la seguridad nuestra y de los nuestros. Y se refiere a que hay que marcar límites muy claros con respecto a diferenciar y que estén muy claras las divisiones de lo que se puede y no hacer. Se refiere a los límites físicos pero también es válido a los límites en el comportamiento de nuestros hijos, que ellos estén muy claros lo que se les permite hacer o no, un niño con límites claros sabe como desenvolverse sanamente y sabe decirles a sus amigos:” no, yo no hago eso”, en casos que lo invitaran a participar en acciones que el sabe no son correctas. La Tora manifiesta muchas forma de aconsejar y manda a construir barandas de protección para prevenir accidente, ello también se refiere a prevenir los descarrilamientos (Di-os no lo permita) de algún hijo por creer que todo lo puede probar o hacer. "Y le enseñarás a tu hijo" (Éxodo 13:8) "Y les explicará a tus hijo" (Deuteronomio 6:7). Una educación completa es aquella en la que les mostramos los limites que existes, así le enseñaras cuales son las reglas que debe de seguir y a medida que crezcan y estén en capacidad de entenderlas, se les va a explicar el porqué de muchas decisiones o limitaciones que se les han impuesto y de esta forma ellos a medida que crezcan se van regulando y limitando porque entienden la razón de ellas. Así como nuestros sabios impusieron “barandas” alrededor de ciertas mitzvot para hacerlas más claras en el cumplimiento, así debemos educar a nuestros hijos, dando limites que lejos de cuartar su iniciativa, les otorga seguridad de saber donde están y hasta donde pueden llegar. (4) 1.-Rabbí David Hananiá Pinto Shelit 2.- http://www.halachayomit.co.il/SpanishPrint.asp?HalachaID=2026 3.-Rabí Moshé Ben Maimon.( http://ellegadodelossabios.blogspot.com/2011/11/fuerza-de-las- mitzvot-de-los-rabanim.html) por Yehuda Aisenberg y Amiram Domovich 4.- Nelly Klein

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