Qué suerte

Un hombre, extremadamente apasionado por el juego, había pasado toda la noche en un casino, como otras tantas veces lo había hecho.
 Salió del lugar totalmente rendido... estaba a punto de amanecer. Cuando el cielo se tiñó de rojo y el sol empezó a salir, sintió un quemazón en sus ojos somnolientos. Vio un gran árbol en el jardín y decidió sentarse a sus pies para descansar un rato antes de volver a casa.
En un abrir y cerrar de ojos, el jugador cayó en un sueño profundo. Durmió todo el día y toda la noche. Había dormido exactamente 24 horas cuando se despertó.
Era el alba, y el sol estaba empezando a subir al cielo.

- ¡ Que suerte tengo ! -exclamó muy contento- casi me duermo.

Cuento por :Marc de Corgemont

 Reflexión:
Hay veces que "dormimos" y no nos damos cuenta que se nos pasa la vida. Cuantas veces pensamos que podemos posponer cosas por hacer y dejamos de ir haciendo una serie de acciones porque pensamos que mejor las dejamos para mañana y a veces ni cuenta nos damos del tiempo que se nos fue. Así como este borrachito se durmió y ni cuenta se dio que habían pasado 24 horas, a veces se nos pasan días, semanas posponiendo lo que debemos resolver o posponiendo las posibilidades de hacer muchas acciones que nos enrumban a nuestras metas, sueños, necesidades, posibilidades .


Hay veces que evadimos la vida, no queremos enfrentar situaciones y creemos que ignorándolas o dejándolas ahí en el espacio, pasarán, pero no es así hay que enfrentar la vida y ocuparnos de ir resolviendo los retos que la vida nos presenta.
n.k.

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