Tu bishvat:El hombre es como el árbol

Sembrar una planta se hace a través de una semilla, o un tallito, lo metemos en la tierra y lo regamos, abonamos y cuidamos.


Igualmente "El pensamiento es la semilla de la acción"( Ralph Waldo Emerson), cuando tenemos un sueño y lo cultivamos poco a poco lo llevamos a cabo, por ello es importante lo que sembramos

“ya que el hombre es como el árbol del campo” (Devarim 20:19) Explican los Sabios que la intención de la Torá es decir que la posibilidad de supervivencia del hombre depende de los árboles, y es por eso que debemos cuidarlos y no destruirlos ya que nos dan alimento, sombra, madera, flores……

“Rosh hashaná lailán – comienzo del año del árbol” en singular, para enseñar que cada ser humano – que fue comparado con un árbol – debe obtener una enseñanza práctica en este día sobre el comportamiento que debe seguir para que también él dé buenos frutos. Así como el árbol da sus frutos, el hombre se debe cultivar para dar frutos y lograr completar la creación con sus acciones.

Es importante sembrar en nuestros hijos todas esas semillas de los valores que queremos que forjen y aprendan: sembrarles amor para que ellos amen, limites para que sepan controlarse ,sembrar la semilla de ayuda al prójimo para que sean útiles a la sociedad con conciencia moral, para que la practiquen respeto, responsabilidad, sueños, metas, fe, constancia, autoestima ……..

En Vaikrá (Levítico) cap. 19, la Torá nos ordena acerca del precepto de la orlá y el neta revái:

"Y cuando vengan a la tierra y planten todo árbol frutal… tres años les será prohibido, no se comerá; en el cuarto año todos sus frutos serán sagrados para D'os; y en el quinto año podrán comer de sus frutos…" (19:23-24).

Igualmente no les cortamos el pelo a los niños hasta los tres años, por que es como el árbol que es a partir de la fecha que cumple tres que se les corta el cabello y se les colocan tzitzit.

La Torá nos ordena que después de que el productor cosecha los productos del campo o recolecta la producción de los árboles, se debe separar lo que se llama las terumot y los maaserot (las ofrendas y los diezmos). El hombre debe también dar el diezmo como parte del aporte para tzedaka (caridad, que en realidad tzedaka es justicia).

De acuerdo con la ley de la Torá todo lo que crece en la tierra el año séptimo tenemos permitido consumirlo, como está escrito: "Y será el (producto del año de) descanso de la tierra para ustedes para comer" (Vaikrá 25:6).Igualmente el hombre guarda el séptimo día que es shabat, día de descanso y unión con Di-os.

Las Escrituras prohíben expresamente la tala de los árboles frutales, aún en tiempos de guerra, igualmente esta prohibido matar, es uno de los diez mandamientos (el sexto mandamiento).

El hombre es como el árbol, con el potencial de crecer y desarrollarse, de dar frutos de tolerar retos, tempestades, sol inclemente, y muchas otras adversidades.

Así cómo puede uno observar que en las aceras de las calles pavimentadas y con cemento puede salir una pequeña planta, porque pareciera que es ahí donde quiere crecer o donde le toco crecer, el ser humano tiene la misma posibilidad de crecer y desarrollar su máximo potencial cuando así el lo desee, proponérselo y trazar metas, por difícil e inhóspito que parezca las posibilidades de triunfar, ¡ponen empeño y lograrás tus objetivos!, Como esa pequeña planta que nace en los lugares menos fértiles, menos lógico.



Nelly Klein

http://nellyklein.blogspot.com/