LAS TRES REJAS
Un joven
discípulo de un Rav sabio llega a casa de éste y le dice:
-Escucha, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con mala voluntad ...
-¡Espera! –lo interrumpe el Rabino- ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
-¿Las tres rejas?
-Sí. La primera es la verdad.
-Escucha, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con mala voluntad ...
-¡Espera! –lo interrumpe el Rabino- ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
-¿Las tres rejas?
-Sí. La primera es la verdad.
¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es
absolutamente cierto?
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme ¿es bueno para alguien?
-No, en realidad, no. Al contrario...
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad.
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme ¿es bueno para alguien?
-No, en realidad, no. Al contrario...
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad.
¿Es necesario hacerme saber eso que
tanto te inquieta?
-A decir verdad, no.
-Entonces –dijo el Rabino sonriendo- si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, dejemoslo en el olvido.
(De autor desconocido, circulaba por un foro de Internet)
-A decir verdad, no.
-Entonces –dijo el Rabino sonriendo- si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, dejemoslo en el olvido.
(De autor desconocido, circulaba por un foro de Internet)
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