La mentira






Todos los duendes se dedicaban a construir dos palacios, el de la verdad y el de la mentira. Los ladrillos del palacio de la verdad se creaban cada vez que un niño decía una verdad, y los duendes de la verdad los utilizaban para hacer su castillo. Lo mismo ocurría en el otro palacio, donde los duendes de la mentira construían un palacio con los ladrillos que se creaban con cada nueva mentira. Ambos palacios eran impresionantes, los mejores del mundo, y los duendes competían duramente porque el suyo fuera el mejor.
Tanto, que los duendes de la mentira, mucho más tramposos y marrulleros, enviaron un grupo de duendes al mundo para conseguir que los niños dijeran más y más mentiras. Y como lo fueron consiguiendo, empezaron a tener muchos más ladrillos, y su palacio se fue haciendo más grande y espectacular. Pero un día, algo raro ocurrió en el palacio de la mentira: uno de los ladrillos se convirtió en una caja de papel. Poco después, otro ladrillo se convirtió en arena, y al rato otro más se hizo de cristal y se rompió. Y así, poco a poco, cada vez que se iban descubriendo las mentiras que habían creado aquellos ladrillos, éstos se transformaban y desaparecían, de modo que el palacio de la mentira se fue haciendo más y más débil, perdiendo más y más ladrillos, hasta que finalmente se desmoronó.
Y todos, incluidos los duendes mentirosos, comprendieron que no se pueden utilizar las mentiras para nada, porque nunca son lo que parecen y no se sabe en qué se convertirán.



Algunas reflexiones:
No porque todo el mundo crea en una mentira se convierte en verdad.
Se puede engañar a unos por un tiempo, pero no a todos todo el tiempo
Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver.( Proverbio judío)
Si algo he aprendido en la vida es que la mentira se pone en contra de quien la inventa.
La verdad duele, pero la mentira mata...
La verdad nos hace libres y la mentira nos convierte en esclavos


Comentarios

releante ha dicho que…
Me ha encantado el cuento, lo voy a usar con mis pequeños, para demostrar que la mentira, al final, no tiene consistencia, y las cosas que se logran con la mentira, se caen como un castillo de naipes al viento. Un abrazo.... me gusta tu blog

Entradas populares de este blog

SI NECESITAS UN AMIGO

EL PATITO FEO

Que nadie te haga sentir mal