¿Quién eres?
Cierta vez, llegó un joven a la casa de un importante Rabino a quién aún
no conocía. Al presentarse ante el Rabino, el Rabino le preguntó: “¿quién
eres?”.
El joven le respondió: “me llamo Moshé”. El Rabino
insatisfecho por su respuesta le dijo: “No te he preguntado cómo te llamas,
sino que te he preguntado ¿quién eres?”.
Confundido un poco y luego de meditar unos instantes le
dijo: Creó que ya comprendí su pregunta, soy el hijo de Jaim Donner.
El rabino, nuevamente insatisfecho volvió a decirle: “No te
he preguntado por la identidad de tu padre, sino que te he preguntado: ¿quién
eres?”.
Decidió reflexionar un poco más sobre la pregunta del
Rabino, hasta que finalmente le dijo: “Soy un estudiante de la yeshivá ‘Torat
Jaim’”.
El Rabino lo miro fijamente a los ojos y por tercera vez le
dijo: “no te he preguntado cual es tu ocupación ni dónde estudias. Te he preguntado
sencillamente ¿quién eres?”.
Sintiéndose superado por la insistente y “amenazadora”
pregunta aún no contestada, se dirigió el joven al Rabino y le dijo: “me rindo
señor Rabino, ¿podría contestarme usted por favor quién soy? El Rabino lo
miro fijamente a los ojos y le dijo: Tu eres el alma divina que hay en ti. No
eres ni tu nombre, ni tu ropa, ni tampoco aquello que estudias...
El alma es nuestro “yo” verdadero, y es a ese yo al que con
mayor énfasis debemos de tratar de cuidar y alimentar.
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