La imaginación







La imaginación es una facultad humana para representar mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no existen en la realidad o que son o fueron reales pero no están presentes. «Imaginación es el comienzo de la creación. Imaginas lo que deseas, harás lo que imaginas y por fin, creas lo que quieras». George Bernard Shaw. 1856-1950. Dramaturgo.
La imaginación nos permite anticipar el futuro que deseamos experimentar y nos motiva a tomar acción para lograr materializarlo. Crecer y hacerse adulto no tiene que traducirse en  volverse inflexible o muy rígido . Volvernos a lo puramente perceptible nos priva de la capacidad que todos poseemos de innovar, de fantasear y trasladar a la realidad esa idea fresca y diferente que hace posible crear opciones y nuevas soluciones (lamenteesmaravillosa.com/el-poder-de-la-imaginacion/).
Existen multitud de actividades para desarrollar la imaginación. Uno de los ejercicios más comunes y que tanto gusta a los niños es fingir que son lo que no son, lo que se conoce como juego de roles; por ejemplo, los niños pueden jugar a ser médicos, policías o dentista. Esta es una de las mejores formas para que desarrollen su pensamiento creativo y experimenten nuevas sensaciones y realidades. Inventarse nuevas identidades, por ejemplo como las de superhéroes, también puede ser una buena forma de recrearse y potenciar la imaginación.


Estudiar un segundo idioma, pintar un cuadro, escribir un libro o, en definitiva, aprender una nueva habilidad son algunas de las cosas que también van a facilitar que potenciemos nuestra imaginación. Con todo, hay que recordar que es importante ejercitar la imaginación con frecuencia para que esta y otras capacidades creativas se mantengan activas y nos permitan mantener viva nuestra facultad para crear e innovar.(www.psicologia-online.com/como-desarrollar-la-imaginacion-4788.html) «Si quieres que tus hijos sean inteligentes, léeles cuentos de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, léeles más cuentos de hadas». Albert Einstein. 1879-1955. Físico.


Todo lo que te rodea fue primero imaginado por alguien, para que luego existiera en el plano físico. Pasa una mirada a la historia. No existían los vehículos, ni los aviones, ni siquiera la electricidad, todos esos inventos existen porque alguien tuvo un sueño, lo imagino y luego trabajó para convertirlos en realidad. «La imaginación es el suelo que hace realidad los sueños». Anónimo.
Los sueños pueden hacerse realidad, si tenemos el coraje de perseguirlos. Juega con tu imaginación, empieza a imaginar todo lo que quieras conseguir, juega como un niño para darle vida a tus metas y crear una vida que se vea exactamente cómo quieres que sea. «Si puedes soñarlo, puedes hacerlo». Walt Disney. 1901-1966. Productor de cine, director y guionista.
Si tienes un sueño que te gustaría perseguir, ya sea grande o pequeño, toma el valor e inspírate, deje de vivir en un mundo externo todo el tiempo y recupera tu mundo interior, ese que te permite soñar, imaginar y crear .La imaginación tiene un poder creativo  «La imaginación es más poderosa que el conocimiento» (Albert Einstein 1879-1955).Tomate tiempo para imaginar y hacer posible un sueño.
El conocimiento es limitado a lo que actualmente se conoce, la imaginación se extiende más allá del conocimiento. La imaginación es infinita, es capaz de crear cualquier cosa sin límites y puedes utilizarla más allá de lo que conocemos (expandetumente.com/el-poder-de-la-imaginacion-te-llevara-a-donde-quieras-ir/) «Un buen maestro puede inspirar esperanza, encender la imaginación e infundir amor por el aprendizaje». Brad Henry.
«La imaginación no se vuelve grandiosa hasta que los seres humanos, dados el coraje y la fuerza, la usan para crear». María Montessori.
Toma tiempo de ti día a día para imaginar, algo que te gustaría hacer o crear, algo para ayudar a otro, para hacer un mundo mejor, y es que la imaginación nos hace volar de momentos difíciles, de situaciones en la que parece no haber solución, y nos ayuda a visualizar algo hermoso que podemos tratar de volverlo realidad.


LA IMAGINACIÓN DEL NIÑO – El cuento que soñé.
A Marina le encantaba soñar, soñar despierta. Para ella el mejor momento del día era cuando se metía en la cama y podía dar rienda suelta a su imaginación. A su mente venían millones de historias en las que ella siempre era el personaje protagonista.
– Marina tiene una imaginación increíble – decía orgullosa su mamá – Aunque a veces no sabe cuándo parar de soñar y le cuesta mucho concentrarse en otras cosas.- esta parte entristecía mucho a su madre.
Así era. Marina estaba en segundo curso y tenía 7 años. Aunque era una niña muy lista, a veces le costaba concentrarse en las cosas que le enseñaban en clase.
Lo más sorprendente era que detestaba leer y escribir. Le costaba horrores sentarse delante de un libro o escribir una redacción y, por eso, sus notas estaban empezando a empeorar.
Su mamá ya no sabía qué hacer para que Marina mostrase más interés por ciertas actividades. Pensaba que una niña con tanta imaginación debería disfrutar enormemente con la lectura, pues allí podía encontrar historias tan fascinantes como las que ella misma creaba en su mente.
Una mañana, la mamá de Marina recibió una postal que la puso muy contenta. Marina, llena de curiosidad, quiso saber qué es lo que le contaban en esa carta que fuera tan emocionante.
Su mamá le dijo que si estaba tan interesada podía leer la postal, pero la muy perezosa prefirió quedarse con la duda, antes que perder un minuto en leer.
Aquella tarde, mamá baño a Marina y la hizo ponerse guapa.
– ¿Dónde vamos mamá? – preguntó Marina.
– Si te hubieses esforzado en leer la postal ya lo sabrías – dijo su mamá.
A Marina no le gustaban las críticas, así que frunció el ceño y salió de casa convencida de que iba a pasar una tarde horrorosa.
Por el camino, la pequeña decidió dedicar un ratito a soñar con una aventura que había dejado a medias la noche anterior.
– Marina, Marina, que ya hemos llegado – susurró mamá.
La niña estaba tan metida en su aventura personal, que no se había dado cuenta de que ya habían aparcado el coche.
Su mamá le dio la mano para cruzar y al levantar la mirada, cuál fue su decepción cuando vio  la entrada a una librería. Aunque lo cierto es que estaba muy bien decorada.
Había barcos piratas de cartón, una zona para jugar y pintar, olía a bizcocho recién hecho y al fondo se podían ver un montón de niños y niñas, sentados en el suelo con cara de estar disfrutando de lo lindo.
Bueno, puede que después de todo, esto no sea tan aburrido – pensó Marina.
Entonces, una mujer muy guapa y de aspecto amigable se acercó a la mamá de Marina y ambas se fundieron en un gran abrazo.
– Mira Marina, ¿recuerdas la postal que he recibido esta mañana? Pues era de mi gran amiga Ana. Hace años que no nos vemos y me ha escrito para decir me que venía a la ciudad a leer y firmar su último libro.
Marina se quedó pensativa. ¿A firmar su último libro?
– Ana – continuó su madre – tiene tanta imaginación como tú y con tus mismos años comenzó a escribir todo aquello que pasaba por su mente.
Se compró un cuaderno y cada noche escribía y escribía….
Además le encantaba leer, porque decía que era el momento más emocionante del día, donde las palabras cobraban vida y podía seguir imaginando y soñando con personajes de cuento.
– Ven Marina – dijo Ana – ¿quieres acompañarme a leer el cuento para todos esos niños? Sólo leeré unas líneas, el resto lo va a representar un amigo, es un   cuentacuentos. ¡Ya verás que divertido!
Ana colocó a Marina a su lado y comenzó a leer para su público, para todos aquellos niños que estaban ansiosos por ver y escuchar a su escritora favorita.
Era una experiencia nueva para Marina. Libros, cuentos, textos, letras, hasta ahora habían sido sus enemigos, pero de repente empezó a interesarle todo lo que aquella amable mujer estaba haciendo. ¡Ella misma escribía sus propios cuentos! Marina estaba fascinada….esa mujer escribía aquello que imaginaba y trabajaba haciendo lo que más le gustaba: “soñar”.
Además de pasar una tarde maravillosa, Marina se dio cuenta de que su pereza por leer libros era totalmente absurda. En ellos podía encontrar aventuras e historias fascinantes de personajes imaginarios, animales mitológicos o incluso conocer el universo y los astros. De pronto entendió que se estaba perdiendo tantas cosas por no querer leer…
Al día siguiente, Marina dio las gracias a su mamá por haberla llevado a aquel sitio y haberla presentado a su amiga escritora.
– Mamá, he decidido que de mayor quiero escribir cuentos, o historias sobre animales o….He cogido el cuaderno que me regaló la abuela y he empezado a escribir mi primer libro -.
– Me alegro mucho Marina, estoy muy contenta por ti. ¿Cómo lo vas a titular? – preguntó mamá.
– Lo he llamado “El cuento que soñé.”, y te lo he dedicado a ti mamá.
   Cuento escrito por: Beatriz de las Heras García



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